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El observatorio sísmico subterráneo abandonado de Toledo

El subterráneo del viejo sismógrafo de Toledo

El subterráneo del viejo sismógrafo de Toledo

¿Qué tendrán los oscuros espacios subterráneos que tanto nos atraen? Desde hace tiempo conocíamos la existencia de una pequeña cueva excavada en la roca que alojó algunos dispositivos sísmicos y que se encontraba abandonada: Visitamos el Observatorio Sísmico abandonado de Toledo.

Una muy fría tarde del 8 de febrero de 2012, sin querer y al compartir en las redes sociales, popularizamos un viejo y olvidado subterráneo excavado en la roca en los años setenta del siglo XX. Nos habían contado algunas historias sobre este lugar abandonado y no dudamos en dirigir hacia allí nuestras cámaras para que formara parte del libro «Toledo Secreto».

El acceso al viejo sismógrafo de Toledo.

Un poco de historia del observatorio sísmico de Toledo

Cuenta Fernando Aranda (en Rincones del Toledo Desparecido) que «La Sismológica», que era como se conocía al Observatorio Geofísico Central, estuvo instalado en Toledo hasta 1933, en los sótanos de la Diputación, año en que se trasladó hasta una finca de Buenavista cedida por el Conde de Romanones.

La misión de la institución era el estudio geofísico de la tierra en los campos de la Sismología, el Geomagnetismo y la Geoelectricidad.

«En 1971, en colaboración con el Observatorio de Lamont-Doherty de la Universidad de Columbia, y en terrenos cedidos por el Ayuntamiento de Toledo, frente al puente nuevo de Alcántara, se construyó un túnel de 24 metros de fondo y 3×3 metros de sección, excavado en la roca, en cuyo interior se montaron modernos equipos sísmicos de largo periodo y alta sensibilidad (HGLP) con los que se obtuvieron magníficos resultados científicos, que funcionaron con el indicativo internacional TLO para distinguirlos de las siglas TOL que históricamente identificaron al Observatorio toledano de Buenavista».

FErnando aranda.

Este curioso espacio subterráneo quedó en abandono al trasladar los dispositivos a la localidad de San Pablo de los Montes.

En una reseña del Servicio de Geomagnetismo del Observatorio de Toledo, observamos en detalle la instrumentación instalada:

«Las primeras construcciones fueron dos casetas, una para mediciones absolutas donde se instalaron el magnetómetro Schmidt y el Inductor terrestre. Se completaban las instalaciones con una cueva semisubterránea, donde se instaló la sala de variómetros Askania con una velocidad de registro de 20 mm/hora.»

(Fuente)

No siendo expertos en estos temas, invitamos a algún lector de esta entrada, que nos pudiera informar en los comentarios, de forma más específica, sobre la instrumentación allí instalada y su función.

Más allá de la importancia científica del recinto y sus instrumentos, el espacio subterráneo no tenía más interés y fue abandonado con el tiempo, cayendo en el olvido.

La visita a la cueva donde estuvo el sismógrafo

Como decíamos, una fría tarde de febrero llevamos nuestras cámaras al recinto subterráneo olvidado. Aunque no lo estaba tanto, pues en su interior había numerosos restos de latas, viejas ropas, botellas…, que indicaban que probablemente se utilizara como refugio o escondite temporal para algunas personas.

Una de las habitaciones del recinto subterráneo.

Como se observa en las fotos, la humedad y las filtraciones eran muy intensas, pese a situarse a cierta altura sobre el río Tajo, al nivel de la actual carretera que da la vuelta al Valle.

Viejo observatorio sismológico de Toledo. Foto: David Utrilla

El subterráneo consta de un largo pasillo con varias pequeñas estancias. Lo más interesante estaba al fondo, en una habitación protegida por recias puertas metálicas en la que se conservaban unas cúpulas también metálicas unidas al suelo en las que se alojarían los diferentes instrumentales sísmicos detallados anteriormente.

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Cúpulas metálicas para la instrumentación del viejo sismógrafo en Toledo. Foto: David Utrilla

Todo el recinto está excavado en la roca, lo que le confiere un aspecto de «cueva» en la que se han venido refugiando importantes especímenes de murciélagos, como nos advirtieron posteriormente.

Un murciélago que vivía en la cueva del viejo sismógrafo en Toledo.

Un espacio que actualmente se encuentra abandonado, olvidado y cerrado.

O visita la entrada que hemos escrito sobre las Cuevas de Hércules.

Nota: en la actualidad el subterráneo se encuentra tapiado y no es accesible.

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